De dones de ponent a paisatge de l´ànima.
per Evarist Albert
“... y cae la noche, que es pura helada, sobre Madara, bajo una luna que, si fuese mas azul, parecería una ficha de parchis, colgada allá, donde comienza el cielo”.
“Un tigre en invierno”. Mario Martínez Gomis
Quisiera explicar que, la exposición que he presentado en la seu universitaria de Alicante bajo el nombre de "Dones de Ponent" es parte de una obra que consta de 60 fotografías, que espero muy pronto mostrar en su conjunto y cerrar definitivamente publicándola bajo el título, “Paisatge de l´ ànima”. La idea surgió hace ya unos años al leer una cita de nuestro vecino y gran escritor Azorín “El paisaje somos nosotros, el paisaje es nuestro espíritu”. Para Azorín, al igual que para otros grandes escritores, el paisaje siempre ha sido una referencia, una forma de definir el carácter de un pueblo, de una tierra en continua transformación. Si bien es cierto que, el paisaje parece quieto para quien lo fotografía, es el escritor, el poeta, el que le da pleno movimiento desde el amanecer hasta el atardecer con agujas de tiempo que pasan por la prosa y la poesía, marcando la hora de las contemplaciones y por supuesto la hora de las profundas reflexiones. Mi intención por tanto, no ha sido otra que la de integrar al hombre y a la mujer como parte del paisaje, plantear un viaje, que permita penetrar en su interior, en nuestra cultura y sobre todo entenderlo como el gran legado patrimonial que es y al que nos debemos para generaciones venideras. Se trata pues, de una reflexión sobre el sentido del lugar -nuestro único espacio de libertad verdadera-, de la vida cotidiana de nuestra gente, auténticos arquitectos paisajísticos donde los haya en sus labores diarias en el campo y en la tierra. Una visión que integra toda la cultura que hay detrás, una mirada de sensibilización, respeto, conservación y conversación con nuestro territorio, con nuestra memoria como legado cultural. Un paréntesis, donde el espectador pueda pensar y observar. Es también, un homenaje a la boira, al pedregal, a la riba, a la viña, la poda y el injerto; al almendro, el olivo, el timón y el romero; a la sierra, el cabezo, la siesta y la fresca, nuestra verdadera gastronomía y sobre todo a nuestro cielo y luz secana maravillosa, tantas veces ignorada.
Una mirada, que no debe ser entendida como una postal, todo lo contrario, es una mirada intencionada, intensa y compleja; ¡siempre salimos a caminar por indicaciones facultativas o deportivas, nunca por el mero placer de mirar, de observar!. Un viaje a través del tiempo y de un lugar donde para mí todavía son capaces de convivir los cánones de la tradición y esta supuesta modernidad que no muy bien sabemos a donde se dirige en estos tiempos tan convulsos.
Yo siempre he pensado que la percepción que tenemos de las cosas, nunca es ocular, sino cultural y que por tanto vemos en función de la mirada que somos capaces de construir a partir de nuestras propias preferencias culturales. Espero que este trabajo ayude a mantener, recuperar y mejorar nuestra vida y nuestro entorno.
Agradecimientos por tanto a Emilio Soler por confiar en mi y por su insistencia en llevar a cabo este proyecto, al Ayuntamiento de Pinoso y concejalía de cultura por su apoyo, a Fran Ruvira por sus conversaciones y magnífica mirada a esta, su tierra, pero sobre todo, a mi buen amigo Mario Mártinez Gomís, pluma donde las haya, que cuándo no convierte esta tierra en un reguero de sangre - Lean Puzle de Sangre - es capaz a través de sus artículos y maravillosos cuentos de Madara, describir este secano, como otro mas, de los grandes paisajistas narrativos que ha dado esta tierra.